Se ha comprado y vendido en un millar de dramas. Se ha predicado al respecto desde cada púlpito, debatido, discutido, condenado y exaltado. Y sin medios para medirla o cuantificarla de manera precisa, las ciencias físicas o bien ignoraron su mera existencia o la negaron. El alma humana. Con la respuesta al mayor de todos los misterios se ha producido una comprensión completamente nueva y, con eso, los medios para elevar la habilidad de uno para jugar el juego llamado “vida”.