Daniel Rico, como se hace llamar, trabaja para una agencia internacional de chefs de la cual se niega a dar el nombre. Accede a ella gracias a su buen amigo Antonio, también cocinero. Para su desdicha, todo lo que ansiaba tener y la agencia le ofrece: dinero, lujos, viajes, tratar buenas materias primas, trabajar en cocinas de diseño, tiene un precio. Un precio elevado. El chef que nunca estuvo allí es un relato dentro de otro, un relato en torno a la soledad y el hastío contemporáneo, con una trama de giros insospechados, misterio e intriga, donde la ciudad de Bangkok se convierte en un personaje más, ofreciendo un submundo oculto de lujos y excentricidades, de amistades extrañas y equívocos. La sombra de las grandes corporaciones y las agencias anónimas oscurece la novela proporcionando momentos sórdidos y llenando sus páginas de personajes siniestros, adoradores de la más alta gastronomía.