Cuando escuchamos al corazón y olvidamos el ruido del mundo, cuando nos permitimos cerrar los ojos y sentir de verdad, emocionarnos, amar, llorar y gritar en letras todo lo que el alma llena, entonces empezamos a vivir, pero a vivir de verdad. Todas las palabras atesoradas en estos escritos son sentimientos del autor, una parte indeleble de su espíritu, de su esencia, de momentos de vida, de presagios de muerte, de morir y renacer, de gritar en la noche, de creer en la luna, de sonrisas cómplices, de amor y de amar ... No hay mayor verdad que escribir lo que el alma piensa, lo que el alma siente. Soy consciente de que mi vida es lo que dejo en las letras y lo que mi mano escribe. F.B.G. Solo sé que todo está ESCRITO EN EL ALMA.