Farmakeia, farmakia; el almacén de los fármakon, las drogas, los hechizos, medicamentos, supersticiones. Brebajes y conjuros para obtener salud y amor o para dar muerte y olvido, le explica Sócrates a su discípulo. En el contexto de una dictadura sangrienta, la exiliada política Verónica Saénz regresa ilusionada a Malángel, su pueblo sudamericano. Muy lejos de sus recuerdos apacibles, en el pueblo crecen las penurias y una red delictiva que trafica, entre otras drogas, la Amapola de Creta. Las anotaciones de Verónica se cruzan con el relato crudo que la autora hace de estos traficantes. El desenlace los hechos da impulso, en las páginas finales, a una historia de amor. Esta novela coral, de proyección enciclopédica, hace huella en el lector.