Las inocentes oquedades de Tetuán pretende traer al presente la estampa española en la capital del Protectorado Español en Marruecos (1912-1956). Jugando con el tiempo, se hace una amalgama de ese pasado y del presente. Los personajes musulmanes aparecen conviviendo con los españoles, con tirantez e intranquilidad pero con respeto. Se vive una intensa aventura de engaños amorosos que une algunos protagonistas jóvenes, con otros del pasado; de ese pasado hispano en Tetuán. La obra intenta, y lo consigue, presentar la simpatía que había entre españoles y marroquíes, a pesar de la intensa incertidumbre reinante: se estaba materializando el intento de independencia de Marruecos, que se vería coronado en 1956.