Cada criatura está limitada y definida por lo que es, está obligada a ser lo que es. Y, el equilibrio universal se mantiene gracias a cada criatura y cada forma de ser particular. Todo se somete al orden universal y juega su propio papel para preservarlo; el hombre es el único caso que parece ser la excepción de la regla. Pero es, precisamente, en esta contradicción aparente, donde se encuentra la indicación de nuestro papel en la