La economía no es, como pretende, una ciencia, sino una religión. Vivimos sometidos a la econocracia, que reduce la vida a cifras y modelos. "Divertidísimo" (El Pais), este ensayo ataca los dogmas de la casta sacerdotal de los economistas.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información