¿Pero qué sucede cuando alguien pone todo un campo de pensamiento y acción “en automático”? ¿O incluso toda su vida? Aquí, entonces, están aquellos mecanismos mentales, y exactamente cómo minan el poder de elección de un individuo y cómo detectarlos tanto en uno mismo como en los demás. Y esa es una capacidad crucial, ya que, del mismo modo que una máquina real puede irse fuera del control, también pueden hacerlo los mecanismos mentales. Por lo tanto, uno puede hacerse con el control de la maquinaria de la mente y, al hacer eso, de hecho hacerse con el control de su propia vida.