Nuestro narrador, John Drummond Hay, a diferencia de otros escritores viajeros y aventureros europeos, dominaba perfectamente el árabe marroquí, lo que le permitió adentrarse por el interior del país de la mano de árabes y bereberes, rudos e intrépidos, viviendo como ellos, iniciándose en sus particulares costumbres.En 1839, en el transcurso de un corto viaje de Tánger a Larache, tuvo la oportunidad de oír, de boca de sus protagonistas y de terceros, historias reales y fantásticas que le llevaron a recogerlas en el presente libro.