Estas historias son historias cualesquiera, las historias de Asunción, Ana, Javier, María y del propio autor; de cómo se enfrentaron al confinamiento y de cómo el confinamiento afectó a sus vidas. Son relatos que han surgido en medio de una situación extraordinaria e inesperada, para la que no estábamos preparados, o quizás sí. Son el intento de describir una realidad que nos ha impedido seguir viviendo nuestras vidas libremente y nos ha obligado a frenar en seco, a recluirnos en ese espacio único y seguro que poseemos, nuestro hogar, para evitar una pandemia, y sobrevivir. Son un conjunto de pequeñas historias, a veces personales, otras de ficción, pero siempre contadas desde la realidad y la mirada asustada de quien las escribió. Son el intento de dar sentido y voz a todo lo que nos estaba ocurriendo y no éramos capaces de comprender ni asimilar. Es el deseo de mostrar las historias de personajes que habitaban, o no, a sólo dos puertas de mi apartamento y que, como yo, estaban afrontando esta lacerante realidad de la mejor manera posible: a veces con miedo, con mucho dolor, con una inseguridad enorme, per