El detective Conrado Pomares recibe la llamada de un amigo suyo, un abogado de campanillas de la capital, pidiéndole que vaya a verlo a su bufete de la calle Serrano. Intrigado por el mismo hecho de la llamada acude a su despacho, allí le informa que su hija, una universitaria que estudia periodismo en la Complutense, lleva tres días sin dar señales de vida. Y le pide que la encuentre. Lo que parecía un caso que podría resolverse en tres días lo sumerge en un laberinto de intereses que implica a la Iglesia, a las farmacéuticas, a fundaciones de ámbito mundial, al Daesh? Y ya no puede dar marcha atrás.