La venida del Anticristo y la proximidad del fin del mundo se convierten en una auténtica obsesión en la primera mitad del siglo XV. En este ambiente, se sucede una serie sangrienta de asesinatos sobre los que pende un absoluto misterio. La búsqueda de la clave de los signos de una esfera dibujada en un pergamino mueve los pasos de un fraile franciscano del convento de Sancti Spiritus.